Del peque, para Remedios.
Remedios entró a la habitación pensando en que habría poca gente, poca gente como ella. Sin esfuerzo alguno había llegado al mundo con un rostro tan particular, que al mirarla el mundo se vuelve transparente. Sólo come fruta, sus labios están diseñados para conservar la humedad de la naturaleza y lleva en su boca la savia que deja si imagen en constante repetición.
2 comments:
eres increible, ojala que esta magia no acabe.
Y la vida sigue, opino. Es la única certeza que tengo en este mundo de inseguridades crecientes. Lo sé porque veo a antiguas conocidas empujando el carrito de sus críos recién nacidos. Dijeron que hacían falta niños, y ahí están, certificando que la vida continúa, arrojados al exterior... Ellos no saben nada de nuestros problemas. Si les pidiésemos su opinión, nos responderían con burbujas de babas, total, para lo que hay que contar.
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